Name: Orgullo y prejuicio
Author: Jane Austen

¿Qué hay para mí? Descubre un romance icónico de la época de la Regencia.

Si alguna vez se te ha caído la baba con un meme de Colin Firth saliendo de un lago, guapamente empapado, te has reído con El diario de Bridget Jones o has disfrutado de una comedia romántica con el trillado tópico de enemigos-enamorados, entonces es seguro que serás un fan de Orgullo y prejuicio de Jane Austen. La novela es un clásico por una razón: combina una historia de amor atemporal con un agudo comentario social que aún hoy resulta fresco y divertido.

En este Blink a Orgullo y prejuicio, conocerás a las memorables hermanas Bennet, seguirás el turbulento noviazgo entre Elizabeth Bennet y el Sr. Darcy y, de paso, obtendrás un contexto histórico crítico para profundizar en tu comprensión de la historia.

Así que ponte el sombrero y ¡empecemos!

Prejuicio, conoce a Orgullo

Moby Dick tiene «Llámame Ismael». Anna Karenina tiene «Todas las familias felices se parecen; cada familia infeliz es infeliz a su manera». Y, como esos otros dos clásicos, Orgullo y prejuicio, de Jane Austen, comienza con una primera frase igualmente emblemática: «Es una verdad universalmente reconocida que un hombre soltero, en posesión de una buena fortuna, debe carecer de esposa».

¿Cuál es exactamente el atractivo de este comienzo? Bueno, para empezar, es totalmente irónico. En la época de la Regencia -periodo que caracterizó a la Inglaterra de principios del siglo XIX- los hombres ricos se lo pasaban bastante bien, estuvieran solteros o casados. Para las mujeres era otra historia. La sociedad ejercía una enorme presión para que se casaran, y las leyes de sucesión de la época implicaban que, incluso si una mujer procedía de un entorno acomodado, su estabilidad financiera sólo podía garantizarse mediante el matrimonio.

Del romance al rechazo

Jane y Elizabeth Bennet regresan a Longbourn justo a tiempo para recibir a un huésped inoportuno: el primo del Sr. Bennet, el Sr. Collins, un hombre tan odioso como aburrido. Austen lo describe como «un hombre nada sensato» y añade que su «deficiencia de naturaleza había sido poco ayudada por la educación o la sociedad». Pero mientras Elizabeth detesta a Collins, su manipuladora madre presta poca atención a los defectos de su personalidad. Se centra, en cambio, en el hecho de que la herencia del Sr. Bennet pasará a manos del Sr. Collins a la muerte del Sr. Bennet.

Cuando Collins insinua que esta interesado en casarse con una de las hijas de los Bennet, la Sra. Bennet ve un camino para asegurar el futuro financiero de su familia. Seguramente, Jane pronto será emparejada con Bingley - así que la Sra. Bennet pone a Lizzy en el camino del Sr. Collins. Sin embargo, cuando Collins le propone matrimonio, Lizzy lo rechaza con firmeza; dice que, en todos los aspectos, sus sentimientos le prohíben aceptarlo. La Sra. Bennet se enfurece y el Sr. Collins se avergüenza, aunque no tanto como para no conseguir poco después la mano de la amiga y vecina de Lizzy, Charlotte Lucas, mucho más pragmática.

Una segunda mirada al amor

Tras la impactante fuga de Lydia con Wickham, los Bennet entran en crisis, aterrorizados por su posible desgracia.

Aún conmocionada por el drama, Lizzy hace una excursión a Derbyshire con sus tíos Gardiner. Derbyshire es el condado natal de Darcy. Durante una visita a la finca de Darcy en Pemberley, se encuentra con nada menos que el propio Darcy. Lizzy se siente mortificada y está segura de que, después de su último encuentro, en el que le rechazó rotundamente, Darcy no querrá saber nada de ella. Para su sorpresa, Darcy saluda cordialmente a los Gardner y les invita a todos a cenar en Pemberley, demostrando así su admiración por Lizzy.

Resumen final

Has seguido la historia de amor de Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy, desde la antipatía inicial, pasando por los malentendidos y los obstáculos sociales, hasta su final feliz. Por el camino, has aprendido hasta qué punto el matrimonio era fundamental para las mujeres en la Inglaterra de la época de la Regencia.

Bien, eso es todo por este Blink. Muchas gracias por escuchar. Y si puedes, tómate tu tiempo para dejarnos una valoración o un comentario: siempre apreciamos tus comentarios. ¡Nos vemos en el próximo Blink!

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