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Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida de Dale Carnegie, resumen del libro

El clásico de autoayuda que te ayuda a dejar de preocuparte
by The Blinkist Team | Mar 6 2023

En este resumen del popular libro Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida de Dale Carnegie te presentamos las ideas principales de este clásico best-seller.

 

Sinopsis

Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida (1948) es un libro clásico de autoayuda que explica con claridad por qué preocuparse es malo y qué pueden hacer al respecto. Con herramientas y técnicas para poner en práctica, así como una gran variedad de ejemplos y anécdotas para respaldar sus recomendaciones, Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida puede ayudarles a preocuparse menos hoy mismo.

 

¿A quién está dirigido?

A toda persona que quiera preocuparse menos
A toda persona que quiera lidiar mejor con su preocupación
A toda persona que sienta que nadie le da las gracias por su bondad

 

Acerca de la autora

Dale Carnegie es la autora de autoayuda por excelencia. Su libro más vendido, Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, de 1936, sigue siendo un título reconocido y ha vendido 15 millones de copias. Escribió Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida porque sentía que era “uno de los tipos más infelices de Nueva York” debido a su excesiva preocupación, y quería descubrir cómo acabar con eso.

 

Los trabajos estresantes pueden ser peligrosos: la preocupación excesiva es perjudicial para su salud.

Todo el mundo se preocupa, pero somos pocos los que nos damos cuenta del daño que esto le hace a nuestra salud: preocuparse de manera excesiva puede, de hecho, enfermarnos a nivel físico.

Como ya lo sabía Platón, la mente y el cuerpo están íntimamente relacionados. De hecho, los hermanos Mayo, médicos famosos, una vez dijeron que más de la mitad de las camas de hospitales estaban ocupadas por personas que sufrían de frustración, ansiedad, preocupación y desesperación.

La artritis, por ejemplo, es una de las muchas afecciones debilitantes que puede ser producto de la preocupación. De hecho, las dos principales causas de la artritis están relacionadas con la preocupación: rupturas matrimoniales e infortunios económicos. También hay casos médicos que sugieren que la preocupación puede aumentar la probabilidad de demencia y diabetes. ¡Está claro que preocuparse es malo para la salud!

Por desgracia para nosotros, existen motivos de preocupación en todas partes, y son muy frecuentes en el trabajo que realizamos. Los trabajos de mucha presión tienden a generar más preocupación y, como es de esperar, más enfermedades que los trabajos más relajados y tranquilos. Los niveles altos de estrés que asociamos a los trabajos de mucha presión pueden llevar a enfermedades cardíacas. Según un estudio, más de un tercio de los ejecutivos empresariales sufren de alguna enfermedad cardíaca, úlceras estomacales e hipertensión arterial. En otro estudio se descubrió que veinte veces más médicos que trabajadores agrícolas mueren de insuficiencia cardíaca.

Esto significa que, si tienen un trabajo sumamente estresante que hace que se preocupen, necesitan encontrar la manera de combatir la preocupación o podrían terminar con una úlcera o algo peor.

 

La confusión genera preocupación: conozcan la realidad de sus preocupaciones y resuelvan el problema.

¿Cómo se sentirían si alguien les dijese el domingo por la noche que el lunes por la mañana los meterían en una cámara de tortura? ¿Se preocuparían? Probablemente sí. Pero existe una forma de lidiar con estas preocupaciones.

La confusión es la principal causa de la preocupación, como expresó Herbert E. Hawkes, decano de la Universidad de Columbia. Según él, solo pocas personas se dan el trabajo de analizar los hechos de la situación cuando están preocupadas.

Propuso que todos los tipos de preocupación se pueden resolver mediante un simple análisis de tres pasos.

Esto es, precisamente, lo que Galen Litchfield hizo en 1942 cuando, tras haber quedado atrapado en Shanghái, ocupada por Japón, se enteró de que un almirante japonés había descubierto los bienes que tenía escondidos de los japoneses. Como castigo, lo iban a enviar a una espantosa cámara de tortura de la policía secreta japonesa el lunes. Litchfield se enteró de esta noticia el domingo y se preguntó qué hacer.

Su solución fue seguir estos tres pasos:

En primer lugar, saber por qué estaba preocupado. Litchfield tomó una máquina de escribir y escribió por qué estaba preocupado (ser torturado hasta la muerte por la mañana).

En segundo lugar, analizar esos hechos: Litchfield escribió “¿Qué puedo hacer al respecto?” y debajo escribió una lista de varias opciones, como huir, dar explicaciones o actuar como si nada sucediera.

En tercer lugar, tomó una decisión sobre qué hacer, y lo hizo: Litchfield decidió que su única opción era ir al trabajo como si nada sucediera.

Todo apuntaba a que el almirante japonés se había calmado, ya que solo frunció el ceño a Litchfield.

Como pueden ver, analizar sus preocupaciones con detenimiento puede hasta salvarles la vida por momentos.

 

Una vez que hayan decidido de qué manera abordar las preocupaciones, tomen medidas y no miren hacia atrás.

¿Alguna vez tomaron una decisión en la vida para luego terminar cuestionándola de manera constante? Esa tendencia es muy habitual en las personas; nos preguntamos de manera constante si hemos hecho lo correcto y si aún tenemos tiempo para tomar otra decisión.

Si bien esa tendencia es habitual, también puede ser perjudicial al momento de buscar formas de abordar las preocupaciones.

Cuando intentan decidir la forma de resolver un asunto preocupante, necesitan, por supuesto, empezar por analizar los hechos. Pero, una vez completado el análisis y tomada una decisión con respecto al curso de acción, no deben volver a la etapa de análisis.

Recuerden que ya han tomado una decisión, por lo que deben actuar acorde a esta con firmeza y suprimir la ansiedad que les genera. No se detengan a dudar, reconsiderar o volver sobre sus pasos. Incluso la más mínima duda puede llevar a una reacción en cadena de dudas, desentrañando todo el análisis y el trabajo que ya han realizado para abordar sus preocupaciones.

Una vez que han elegido un curso de acción, síganlo y no vacilen. De lo contrario, volverán al punto de partida.
 


Si quieres disfrutar de todas las ideas principales del libro Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida de Dale Carnegie, ¡no esperes más! Haz clic en el siguiente link para acceder al resumen completo.

 

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