Seis sombreros para pensar de Edward de Bono, resumen del libro
En este resumen del popular libro Seis sombreros para pensar de Edward de Bono te presentamos las ideas principales de este clásico best-seller.
Sinopsis
Seis sombreros para pensar les ofrece herramientas valiosas tanto para los debates grupales como para la toma de decisiones individuales. El libro muestra formas de compartimentar diferentes formas de pensar para ayudarlos a ustedes y a sus grupos a usar el cerebro de manera más detallada, cohesiva y eficaz.
¿A quién está dirigido?
- Quienes tengan una posición de líder.
- Quienes sean responsables de facilitar la comunicación eficaz.
- Quienes quieran tomar mejores decisiones y mejorar el pensamiento.
Acerca del autor
Edward de Bono fue becario de Rhodes en Oxford y ha ocupado cargos docentes en las universidades de Oxford, Cambridge, Londres y Harvard. Además de su carrera académica, ha brindado servicios de asesoramiento a muchas multinacionales, incluidas IBM, Procter & Gamble, Shell y Ford. Sus libros más vendidos incluyen El pensamiento lateral, Aprender a pensar y Cómo enseñar a pensar a tu hijo.
¿Qué beneficio ofrece? Aprender a hacer una lluvia de ideas con la máxima eficacia.
Muchos de nosotros sentimos que nuestros pensamientos siempre son confusos; que nos llegan sin ton ni son, ya que las emociones se mezclan con los pensamientos racionales, los recuerdos y las esperanzas de futuro, para formar una maraña que dificulta pensar con claridad, especialmente a la hora de tomar decisiones.
Y, sin embargo, dado que pensar es una habilidad como cualquier otra, en realidad podemos tomar medidas activas para mejorarla.
Este libro presenta un sistema completo para tomar mejores decisiones. Para ello, debemos desenredar la compleja red de pensamientos que obstaculizan nuestro pensamiento.
El método de los seis sombreros tiene como objetivo compartimentar estos diferentes tipos de pensamientos de manera que otorgue a cada uno de ellos el tiempo que se merecen sin que interrumpan su proceso de pensamiento.
En estos blinks, descubrirán lo siguiente:
- Cuándo es mejor expresar las emociones.
- Por qué es importante evitar comer las bayas incorrectas.
- Cómo una empresa resolvió en solo 12 minutos un problema que le estaba costando 100 000 dólares por día.
Los seis sombreros son herramientas que nos ayudan a concebir nuevas ideas y mejorar el pensamiento.
¿Cuál es el principal obstáculo para pensar con claridad? Respuesta: la confusión.
Cuando procesamos información, nos enfrentamos a una serie de diferentes pensamientos al mismo tiempo: algunos que son emocionales, informativos, lógicos, creativos y orientados al futuro. Tratar de procesarlos todos a la vez es como intentar hacer malabarismos con un montón de pelotas.
¿La solución? El método de los seis sombreros.
En este método, cada “sombrero” tiene su propio color fácil de recordar (blanco, rojo, negro, amarillo, verde o azul) que representa un determinado tipo de pensamiento.
Puede ser útil para lo siguiente:
Digamos que son gerentes y quieren determinar la reacción emocional de su equipo ante algo. Pero saben que no mostrarán sus verdaderas emociones directamente, ya que las personas tienen miedo a ser juzgadas por sus emociones y prefieren evitar el tema.
En cambio, como todos en el equipo saben que el sombrero rojo representa pensamientos emocionales, podrían decir “Probémonos el sombrero rojo” y la neutralidad del color permite que el equipo piense emocionalmente sin sentirse avergonzado.
Por eso, en la práctica, los sombreros solo se clasifican por color, nunca por función.
Además, el método de los seis sombreros asegura que todo el grupo piense de la misma manera.
Imaginen que están en una reunión en una casa grande. Una persona está parada en el patio delantero, otra en el patio trasero, otra en el techo, otra en el comedor y una a cada lado. Cada persona tiene una visión diferente de la casa. Desde el lateral parece muy larga, mientras que, de frente, parece bastante corta.
Ahora, piensen en cada perspectiva como un sombrero diferente. Si quieren ver un tema desde el mismo punto de vista, todos deberán usar el mismo sombrero.
Los seis sombreros, por lo tanto, permiten al equipo involucrarse en un pensamiento paralelo, en el que todos ven el problema desde la misma perspectiva.
Cuando usen los seis sombreros, tengan en cuenta algunas reglas.
Hay dos formas de usar estos sombreros: de a uno o en secuencia.
Cuando los sombreros se usan de a uno, funcionan como símbolos que indican que quieren concentrarse en un tipo particular de pensamiento.
En el transcurso de una conversación o debate, pueden llegar a un punto en el que necesiten generar algunas opiniones nuevas. Decir algo como “Creo que necesitamos un pensamiento de sombrero verde aquí” les permite transmitir esto con facilidad.
Una vez que las personas estén familiarizadas con el vocabulario y el uso de los sombreros, sabrán con exactitud cómo responder a su pedido. Pidan el pensamiento de sombrero verde y sabrán pensar en opciones alternativas.
Luego, tenemos el uso en secuencia. En este caso, usen cualquier sombrero que deseen con la frecuencia que deseen y en cualquier orden, según lo que su grupo quiera lograr. Por ejemplo, el líder puede pedirle al grupo que cambie del sombrero blanco al amarillo y omita el sombrero rojo por completo.
Independientemente de cómo usen los sombreros, deberán considerar tanto la disciplina como el tiempo.
Los miembros del grupo deben tener la disciplina de usar y mantener solo el sombrero que se requiere en ese momento presente. Solo el líder del grupo, el director o el facilitador tienen el poder de cambiarlo.
Por suerte, desarrollar esa disciplina solo se vuelve más fácil con la práctica, así que no se desanimen.
Siempre que su grupo se ponga un sombrero, es importante mantener su tiempo enfocado para fomentar la concentración y reducir las conversaciones ociosas.
Por esta razón, se recomienda que su grupo pase un minuto por cada persona presente con un sombrero en particular. Por ejemplo, si hay cuatro personas en la reunión, pasarán cuatro minutos usando cada sombrero.
Ahora que comprenden el propósito y la importancia de los sombreros, los siguientes blinks examinarán cada uno de forma individual.
El sombrero blanco implica pensar como una computadora: buscar datos e información.
Imaginen el juego de roles como una computadora: harían cálculos y reproducirían hechos de una manera neutral y objetiva (todo con su mejor voz de robot, por supuesto). Y podrían olvidarse de la interpretación, ¡no estaba programada en su software! Solo les importan los hechos.
Así es pensar con el sombrero blanco.
El sombrero blanco se utiliza para discutir cualquier información que esté disponible en el momento y para identificar cualquier información que también podría ser necesaria. Cuando usan el sombrero blanco, no piensen en las opiniones, sino en los hechos y las cifras.
Esto quiere decir que no hay línea de razonamiento. Si los hechos se contradicen, los tratan por igual.
Entonces, ¿cuándo es el momento adecuado para ponerse el sombrero blanco?
Por lo general, cuando se desea sentar las bases del debate proporcionando información de contexto al comienzo de una sesión de reflexión. También pueden usarlo al final de una sesión de reflexión como una especie de informe o para confirmar que las propuestas concuerdan con la información existente.
Imaginen, por ejemplo, que la jefa de marketing de su empresa quiere revisar sus estrategias actuales. Puede comenzar una reunión de equipo solicitando un pensamiento de sombrero blanco para diseñar los números concretos de la estrategia actual, como el alcance y presupuesto.
También pueden usar el sombrero blanco para encontrar alternativas cuando las propuestas contradicen la información existente.
Por ejemplo, después de considerar una nueva estrategia que excedería el presupuesto, la misma jefa de marketing podría solicitar información adicional, como la cantidad de horas disponibles de los empleados.
Con el pensamiento del sombrero blanco, contemplan qué información tienen y qué datos faltan. Luego, pregúntense cómo adquirir mejor esa información.
En primer lugar, recuerden que, al usar el sombrero blanco, es fundamental mantener una actitud neutral y objetiva. El blanco (ausencia de todo color) indica neutralidad. Por ello es que no hay lugar para posibilidades, solo para hechos.
No comiencen el pensamiento de sombrero blanco afirmando lo que creen que es verdad. Usen hechos concretos, como datos estadísticos.
Sigan sus emociones cuando usen el sombrero rojo.
¿Qué es lo opuesto a la neutralidad, la objetividad y los datos sin procesar? Pues el sombrero rojo, que representa el fuego y el calor. ¡Prepárense para la emoción!
Usar el sombrero rojo brinda la oportunidad de expresar sus sentimientos, emociones e intuición sin necesidad de explicarlos o justificarlos.
Es probable que su intuición se base en una experiencia acumulada, por lo que incluso decir algo como “Siento que esta es una táctica arriesgada” puede ser útil. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la intuición no siempre es correcta y, por lo tanto, debe tratarse con precaución.
Pueden expresar una variedad de sentimientos con el sombrero rojo: como entusiasmo (“¡Me encanta!”), ambivalencia (“No estoy tan seguro de esto”) o incluso insatisfacción (“¡Lo odio!”).
Por supuesto que no todas las emociones encajan a la perfección en estas categorías. Si las personas dicen que tienen “sentimientos encontrados” acerca de algo, pregúntenles a qué sentimientos se refieren.
Esto puede ser complicado, ya que lo que creemos que es una expresión adecuada de sentimientos varía en cada cultura. Mientras que en Estados Unidos alguien podría expresar su descontento de una manera muy directa (“¡Qué pésima idea!”), en Japón, estos mismos sentimientos estarían mucho más contenidos (“Debo considerarlo”).
También es importante que el líder nunca le pida a nadie que explique o justifique sus sentimientos. Cuando las personas sienten que tienen que validar sus sentimientos, solo expresarán los que puedan validar.
Más bien, solo expresen los sentimientos a medida que surjan en ese momento.
Los ejercicios de sombrero rojo siempre deben tener una participación plena; es decir, todas las personas del grupo deben expresar sus sentimientos sobre el tema. No se deben omitir los sentimientos de nadie.
Además, el grupo debe transmitir a todos la sensación de que sus sentimientos son importantes. Para ello, se debe escuchar con atención a todos. De esta forma, garantizan que expresar una emoción controversial o simplemente una emoción en particular no se percibirá con arrogancia ni recibirá un castigo.
Cada vez que se pongan el sombrero rojo, pueden expresar lo que sienten exactamente sobre el tema.
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