Maestría de Robert Greene, resumen del libro
En este resumen del popular libro Maestría de Robert Greene te presentamos las ideas principales de este clásico best-seller.
Sinopsis
En Maestría (2012), el autor Robert Greene analiza y muestra que todas las personas pueden lograr la maestría de una habilidad o un área si siguen los pasos establecidos de maestros históricos y actuales. Basándose en las entrevistas y los estudios de algunos de los mejores expertos de las áreas, Greene proporciona una gran variedad de recomendaciones y estrategias para aprender a convertirnos en maestros.
¿A quién está dirigido?
- Toda persona que sea novata en un área o tema.
- Toda persona que haya terminado la escuela y esté pensando en qué hacer con su vida.
- Toda persona que haya trabajado en alguna área específica por mucho tiempo y se sienta frustrada porque no avanza.
Acerca del autor
Robert Greene tiene un título en estudios clásicos y, según expresa, ha trabajado en más de 80 proyectos diferentes. Es reconocido por sus libros sobre estrategia, seducción y poder, a veces controversiales, como sus libros más vendidos Las 48 leyes del poder, Las 33 estrategias de la guerra, El arte de la seducción y La ley 50, con el rapero 50 Cent.
No necesitan un talento innato para convertirse en maestros; solo sigan los pasos de los maestros previos.
La mayoría de las personas creen que los logros extraordinarios de los grandes maestros como Da Vinci y Mozart son producto de un talento natural y un genio inherente.
Pero no es así. De hecho, no existe un enlace natural entre el talento innato y la maestría de una habilidad o de un área.
Según lo demostrado por un estudio, si bien muchos niños pequeños tienen un talento deslumbrante, solo pocos de ellos consiguen un gran logro. Por otro lado, aquellos que muestran pocas señales de inteligencia en la escuela, a menudo, logran mucho más que sus compañeros dotados.
Por ejemplo, consideremos el ejemplo del primo más joven de Charles Darwin, Sir Francis Galton. Mientras que Darwin era un niño normal que no mostraba señales de un intelecto excepcional, Galton tenía un coeficiente intelectual más alto y era considerado un genio prodigioso. Sin embargo, hoy es Darwin quien se considera un científico superior y una de las mentes más brillantes del siglo.
Claramente, el dominio no depende de que seas dotado o una persona “común”. Entonces, ¿qué pasos siguen tanto un genio disidente como una persona normal para convertirse en maestros?
Pues exactamente esos pasos que siguió cada gran maestro a lo largo de la historia. Cada uno descubrió su campo, se involucró en algún tipo de aprendizaje, desarrolló una mente creativa y abierta, y luego logró la maestría. Edison, Mozart, Einstein, Goethe: los maestros más célebres de la historia siguieron un camino similar hacia el éxito.
Los maestros modernos también siguen los mismos pasos. Por ejemplo, el boxeador profesional Freddie Roach soñaba con convertirse en boxeador, fue aprendiz del gran entrenador Eddie Futch y creó un estilo de lucha único. Roach ahora es considerado uno de los mejores entrenadores de boxeo de su generación.
No necesitan dones heredados, ni talento precoz o un alto coeficiente intelectual para convertirse en maestros. Simplemente deben encontrar una área o un tema, y seguir los pasos de los grandes maestros previos.
Cada uno de nosotros tiene un llamado interior que nos guía hacia nuestra vocación en la vida, una disciplina o campo que deseamos dominar.
¿Alguna vez han tenido la sensación de que una disciplina o un área estaba hechos a su medida y que trabajar en esa área era su destino?
¡Deben confiar en ese sentimiento!
Cada uno de nosotros es único, original de principio a fin. Debido a las infinitas combinaciones posibles de ADN en nuestros cuerpos, somos un fenómeno único; como los copos de nieve, no hay dos humanos exactamente iguales.
Entonces, ¿por qué no todos actuamos de manera única?
Debido a la increíble presión social para integrarnos, escondemos nuestra singularidad con la vana esperanza de que, al hacer lo que hacen los demás, no tengamos problemas.
Si bien adoptar este “disfraz” puede tener sus ventajas, en realidad, es nuestra singularidad como individuos lo que nos impulsa a encontrar nuestro llamado interior.
De hecho, muchos de los genios de la historia experimentaron un momento de claridad cuando todo “encajó en su lugar” y de repente vieron lo que querían hacer en su vida. Muchos de ellos sintieron que, durante toda su vida, una fuerza los había guiado hacia un campo determinado.
Para Leonardo Da Vinci, este “momento de clic” fue cuando robó hojas de papel de la oficina de su padre para poder satisfacer su profunda fascinación y dibujar animales en el bosque.
Y, para otros, esos momentos incluso se experimentan en forma de “voz interior”, como es el caso de los cristianos muy religiosos que informaron haber escuchado la voz de Dios diciéndoles que dediquen sus vidas para realizar una tarea específica.
En lugar de usar su energía para adaptarse a la multitud, reconozcan que son únicos y que tienen un llamado específico en la vida que se puede encontrar simplemente escuchando y siguiendo su voz interior.
En los próximos blinks descubrirán con exactitud cómo pueden seguir esa voz interior.
Su principal objetivo en un nuevo campo no debe ser el éxito inmediato ni el dinero, sino aprender tanto como sea posible.
Cuando las personas buscan una “forma de ingresar” a un campo en particular (una pasantía o un primer trabajo), a menudo, buscan puestos que prometen el mayor prestigio o una buena recompensa financiera.
Pero hay otras recompensas más importantes que se deben considerar.
Por un lado, un trabajo que brinda la oportunidad de aprender puede valer la pena, incluso si no pagan bien. Podrán conseguir otros puestos más prestigiosos y bien pagados más adelante y el conocimiento práctico que obtengan de esos primeros trabajos mal pagados finalmente dará sus frutos en las próximas décadas.
Piensen en el boxeador Freddie Roach: eligió tomar un puesto no remunerado en un centro de boxeo y utilizó su tiempo allí para desarrollar las habilidades necesarias para su carrera profesional. Al final, su decisión valió la pena: Roach finalmente ganó mucho más dinero que si hubiera tomado un trabajo remunerado diferente desde el principio.
Muchos otros maestros hicieron la misma elección años anteriores. Por ejemplo, en su juventud, Charles Darwin rechazó una oportunidad en la facultad de medicina y un trabajo bien remunerado en la iglesia. En cambio, convenció a su padre para que le permitiera trabajar como naturalista no remunerado en el HMS Beagle, donde podía estudiar plantas y animales exóticos. Las observaciones que hizo durante ese viaje lo ayudaron a desarrollar su famosa teoría de la evolución.
O consideremos el ejemplo de Benjamin Franklin, quien, en lugar de hacerse cargo del lucrativo negocio de fabricación de velas de su padre, eligió trabajar en una imprenta. Esto significó un aprendizaje mucho más largo e incertidumbre financiera, pero Franklin reconoció que podía usar esta posición para aprender cómo se componían los textos, una habilidad que luego lo beneficiaría en gran medida.
Entonces, cuando busquen una pasantía o ese primer trabajo, no se obsesionen con el prestigio o el dinero. En cambio, busquen aquellas oportunidades en las que puedan adquirir conocimientos y desarrollar sus habilidades. Esos trabajos los llevarán a obtener mayores recompensas financieras en el futuro.
La mejor manera de aprender una disciplina o habilidad es a través de un mentor que les muestre el camino.
Aprender algo nuevo nunca es fácil. Pero, al menos pueden hacer que el proceso les resulte mucho más fácil.
Cuando tratamos de aprender algo nuevo por nuestra cuenta, solemos cometer errores evitables y dedicamos mucho tiempo a buscar la forma correcta de hacer las cosas. ¿El resultado? Derroche de tiempo y recursos.
Lo que necesitan es un mentor: alguien que los guíe y ayude a usar el tiempo y los recursos de manera más eficaz.
Por ejemplo, piensen en lo complicado que puede ser comenzar un nuevo trabajo y transitar el entorno laboral. Sin la orientación adecuada, le tomará mucho más tiempo a la persona recién contratada aprender la dinámica del trabajo y orientarse.
Es como estar en una ciudad extranjera por primera vez y tratar de encontrar la estación de tren. Claro que pueden deambular por las calles desconocidas hasta encontrarla, pero ahorrarán tiempo y esfuerzo si le preguntan a uno de los lugareños.
Pero ustedes no son los únicos que se benefician de tener un mentor. Por lo general, el mentor y el aprendiz desarrollan una relación especial de la que ambos pueden beneficiarse.
Esto se debe a que, en primer lugar, el mentor ve al aprendiz como una versión más joven de sí mismo y, por lo tanto, le interesa su futuro y desea ser parte de él. En segundo lugar, debido a que el aprendiz admira al mentor, presta mucha más atención y absorbe su conocimiento como esponja.
Sin embargo, como aprendiz, su progreso no está necesariamente limitado por las propias limitaciones de su mentor. Muchos maestros famosos tuvieron mentores a quienes superaron con el tiempo. Alejandro Magno, por ejemplo, aprendió mucho sobre cómo gobernar un Estado gracias al gran filósofo Aristóteles, y luego modificó y aumentó estas lecciones basándose en sus propias experiencias personales.
Como muchos otros estudiantes y aprendices famosos, deben buscar un mentor que les enseñe sus propios caminos. Pero no lo olviden: su objetivo final debe ser superar a su mentor.
En los próximos blinks descubrirán cómo, después del aprendizaje, pueden avanzar para encontrar su propio camino a seguir.
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